A la hora de seleccionar los mejores jamones ibéricos, lo primero es estar seguro de que se trata de jamón 100% ibérico de bellota

Jamón 100% ibérico de bellota

A la hora de seleccionar los mejores jamones ibéricos, lo primero es estar seguro de que se trata de jamón 100% ibérico de bellota

A la hora de seleccionar los mejores jamones ibéricos, lo primero es estar seguro de que se trata de jamón 100% ibérico de bellota, porque no todos los jamones ibéricos son raza ibérica 100% ni todos están alimentados con bellota. Ojo porque ninguno se alimenta con bellota durante toda su vida, solo durante el periodo de montanera que va desde el mes de octubre al de febrero, que es cuando hay bellota en la dehesa. La montanera coincide con el periodo de engorde del cerdo, los meses antes del sacrificio, momento en el que acumula la valiosa grasa.

Sin dehesa no hay ibérico

El término ibérico está vinculado a la dehesa. En nuestra opinión, los jamones de cerdos de raza ibérica (50 %) que se crían en granjas (ibérico de cebo, precinto blanco) no pueden considerarse ibéricos, por mucho que la Norma del Ibérico los reconozca como tales.  Esta calificación a la que es contrario todo el sector artesano del ibérico, abre la puerta de atrás para que sean calificados como ibéricos jamones que provienen de cerdos que jamás comieron bellota en el campo y vivieron en Murcia, Lérida o Burgos, provincias en las que la dehesa brilla por su ausencia. Evidentemente se trata de jamones más económicos, producidos de manera industrial, que nada tienen que ver con el icono de la gastronomía española: el jamón ibérico de bellota.